INTRODUCCION
La siguiente Técnica Holística de Meditación, tiene el objetivo de mantener
al Ser Multidimensional en el Presente Quántico, de forma cohesionada partiendo
del PUNTO SIGMA o “O” (zero) del
Universo, donde se halla el Origen de Creación, de cualquier Ser o Realidad,
que se manifiesta en un Universo de Espacio/Tiempo.
Es importante destacar el punto de partida de esta técnica, el Punto Sigma,
ya que desde este espacio es posible alcanzar vibracionalmente el consenso de
nuestras tres esferas de conciencia, que nos permitirán poder alinear nuestros
huevos áuricos, multidimensionales y de esta forma poder equilibrar y tener
control sobre nuestro Sistema Energético Multidimensional.
Sólo después de realizar esta técnica, nos podremos dar cuenta de la
importancia de mantener todas las partículas de nuestro Sistema Energético
recogidas en el centro de nuestra propia
cruz de creación, en lugar de tenerlas dispersas por los cuadrantes que la conforman.
Si nuestra energía estaba muy dispersa, podremos incluso sentir un ligero
mareo al producirse la alineación. Estar completos y centrados, es básico para
nuestra salud física mental y emocional, permitiéndonos estar en evolución
constante hacia la meta prefijada desde tiempos pretéritos. No olvidemos que
este centro es el que contiene toda la información de nosotros mismos y de
nuestro camino de evolución con todas las probabilidades creadas.
Retomemos nuestro rumbo y sintámonos en completitud con nuestro Ser.
(pausa)
Comenzamos…
Nos colocamos en nuestro espacio sagrado. Cerramos los ojos.
Relajamos el cuerpo, comenzando por las extremidades, tronco y cabeza…
Respiramos profundamente…
Sentimos como el ritmo de nuestra respiración se relaja,
armonizándose con nuestro centro cardiaco…
Un increíble y poderoso haz de luz aparece proyectado desde lo más
elevado de nuestro Ser y se instala asimismo en nuestro Corazón. Es la voluntad
de nuestro Ser Superior.
Continuamos conectados al ritmo de nuestra respiración…
Sentimos como nos conectamos más profundamente en nuestro Ser…
Ponemos toda la intención en relajar todos los músculos del
cuerpo...
Y lentamente, entramos en un estado de total relajación…
Seguimos respirando…
Concentrados y en silencio, para alcanzar un estado de meditación
profunda….
(pausa)
Conectados a nuestro ritmo de respiración, nos adentramos en las
profundidades de nuestro Corazón vibrando cada vez más alto, cruzando planos
donde el caudal de luz se amplifica, hasta que sentimos haber llegado a nuestro
Corazón Sagrado… ese espacio que vibra a la más alta frecuencia. Nos quedamos
sintiendo la profunda conexión que hemos establecido, sin dejar de sentir la
alta vibración, incluso el sonido que puede emerger de nuestro interior,
palpitando al unísono.
Sentimos como nuestra conciencia se resuena con este plano, y como,
abriéndose paso lentamente, se sintoniza vibracionalmente.
En estado de perfecta unión de la conciencia y el corazón, ponemos toda
nuestra intención en alcanzar la meta quántica que esta técnica de meditación
nos proporciona. Para ello, nos conectamos con la poderosa fuerza de nuestra
intención.
(pausa)
Nos visualizamos a nosotros mismos en nuestro presente…
Nos conectamos con nuestro Cuerpo Físico, hacemos un breve recorrido por
sus extremidades inferiores y supriores, por todo el tronco y todos sus órganos
y finalmente por la cabeza. Colocamos nuestras manos en la zona abdominal,
justo a la altura del ombligo. Poco a poco nos vamos conectando con la energía
que se desprende de este punto neurálgico, percibimos como lentamente se va
intensificando. Cada vez es más profunda e intensa, más elevada…
Podemos visualizar nuestro ser, tal que un recién nacido, cuyo cordón
umbilical, si lo seguimos, nos conduce hasta el mismo Útero Cósmico, el lugar
en el que se gestó nuestra conciencia. Sentimos la amplitud del alma y la
conexión con el espíritu y toda la creación. Nos sentimos sumergidos en ese
útero que nos da la vida y en el que palpita nuestro corazón.
Visualizamos lo que está sucediendo en este Centro Energético Vital, y al hacerlo
vemos un intenso haz de luz.
De repente nos damos cuenta que el haz de luz es el cordón umbilical y que de
ahí se proyecta también otro centro vital de poder. Este segundo centro,
palpita en otra dimensión, sabemos que tenemos que unir ambas energías en una.
Lo hacemos, fusionamos la energía del centro umbilical con la del centro
dimensional, es entonces cuando percibimos que este otro centro, es el Punto
Sigma, el Zero del Universo, es la intersección entre el espacio y el tiempo,
ahí donde yace la creación y toda forma de vida. Es el mismo centro de lo que
conocemos como Cruz de Creación. La cruz que se expande es de proporciones
perfectas, enorme, espectacular…
Ahora sabemos que nos encontramos en el Punto Sigma del Universo y que
desde aquí es posible alcanzarlo todo.
Respiramos profundamente, sintiendo este Espacio/Tiempo en plenitud,
inspirando toda la vibración que podemos alcanzar en este Punto Sigma. Nos
sentimos en el presente absoluto, en ese lugar de absoluto equilibrio que nos
da centro, serenidad, salud y armonía.
(pausa)
Nos visualizamos rodeados de una intensa luz que se proyecta a nuestro
alrededor, en forma de huevo, es la hermosa luz de nuestra aura. La observamos
bien, si nos fijamos podemos distinguir su color, su intensidad, todo aquello
que nos llame la atención, la sentimos,
percibimos su elevada vibración y como por nuestro Cuerpo Etérico circula en
sinergia toda la energía del Ser y la del Cosmos.
(pausa 30 segundos aprox.)
Ahora que nos hemos hecho conscientes de nuestra aura, nos damos cuenta de que
hay otro huevo áurico recubriendo el primero. Este segundo huevo áurico,
envuelve al anterior, expandiéndose mucho más allá del Cuerpo Etérico,
alcanzando la Conciencia Planetaria, conectándonos con toda forma de vida de
nuestro hermoso planeta tierra. Ahora nuestra aura se ha expandido, pues esta
vibración nos recuerda que pertenecemos a una gran familia de almas, a esa
familia que resuena con nuestra conciencia, que es nuestra memoria del origen y
que nos proyecta la luz cósmica.
Percibimos como se intensifica la vibración del Centro umbilical, como el
ombligo continua siendo el eje central de todo nuestro sistema energético. Por
unos instantes nos quedamos respirando profundamente nuestra aura planetaria.
(pausa 30 segundos aprox.)
Por tercera vez vamos a experimentar como el aura se sigue expandiendo. Se
proyecta de nuevo más allá del huevo planetario, por lo que aparece un tercer huevo
de luz que lo rodea todo, su intensidad lumínica es espectacular. Es nuestro
huevo de Luz Cósmico, el que nos recuerda que pertenecemos a un todo
indisoluble y nos evidencia la fuerza y la magnitud del Universo al que
pertenecemos. Respiramos profundamente nuestra conexión con todo lo que existe
y en concreto con la conciencia del triple logos, la que habita en el Ser, en
el Planeta y en el Universo.
(pausa 30 segundos aprox.)
Vibrando intensamente en el Punto Sigma y en los tres huevos áuricos, es el
momento de solicitar a nuestro Ser Superior, que proceda a la reunificación de
toda su energía en este instante del presente absoluto…
Damos la orden para que así sea y así es.
De repente vamos a visualizar como multitud de partículas de luz dispersas,
comienzan a agruparse, dirigiéndose hacia el Punto Sigma, e impactando en él.
Es como si estuviéramos viendo una lluvia de estrellas y éstas las pudiéramos
absorber en nosotros mismos.
Nos permitimos durante unos instantes percibir la reunificación energética
que se está produciendo, hasta que cese la lluvia de partículas y toda nuestra
energía se muestre presente en este ahora quántico.
(pausa)
Integramos la nueva vibración que emitimos al Universo, percibimos
de nuevo el latido, dentro-fuera, sístole-diástole, es el pálpito de nuestro
corazón Sagrado resonando con el Corazón Universal.
Sentimos nuestra completitud, el equilibrio y la armonía que nos
proporciona este estado y como ha llegado el momento de regresar a la
dimensional material.
Nos conectamos nuevamente con el ritmo de nuestra respiración.
Notamos como es tranquilo, nuestro corazón bombea de forma apacible y sosegada,
se siente fuerte y generoso. Se siente lleno de capacidad de amar y abrazar
todo lo que la vida nos entregue.
Anclamos la salud de nuestras células a nuestro Ser, expresando
una gran sonrisa.
Respiramos profundamente y poco a poco nos conectamos con nuestras
extremidades, el tronco y cabeza...
Nos conectamos con la Tierra…
y lentamente, podemos ir abriendo los ojos…
Bienvenido a la vida presente y a la vida consciente…
Texto y
narración a cargo Núria Gómez y Carmen Millán
TEMPLE
INANNA
www.templeinanna.blogspot.com